viernes, 30 de septiembre de 2011

Contracciones Uterinas

Contracciones Uterinas



El músculo del útero tiene como todos los tejidos formados por fibras musculares, una fase de contracción y otra de relajación. Cuando el músculo uterino se contrae decimos que la embarazada tiene una contracción, y se percibe por el endurecimiento de su abdomen.


Tipos de contracciones



Localizadas: son de poca intensidad y frecuentes, y se producen en una pequeña zona del útero. Aparecen en las primeras 30 semanas de gestación, generalmente cuando se mueve el bebé.
Estas contracciones sirven, durante la primera mitad del embarazo, para cerrar el cuello del útero y evitar que se pierda el embrión.
Braxton Hicks: se propagan a una gran zona del útero. Después de la semana 30 de gestación, la actividad del músculo uterino aumenta en forma lenta y progresiva a medida que crece el embarazo. En las últimas semanas de embarazo se hacen más frecuentes, por este motivo la mujer en el último trimestre refiere que tiene contracciones aisladas (una por hora o también dos o tres cada diez minutos). Se propagan en forma descendente, y a veces le pueden causar dolor o alguna molestia.
Durante las últimas semanas del embarazo, estas contracciones modifican el cuello del útero centralizándolo, al mismo tiempo que lo reblandece y acorta. De esta forma comienza la adaptación de la parte cervical del útero, para permitir que pase el bebé durante el parto.
En la práctica cuando se controlan las contracciones durante el embarazo, o ya durante el trabajo de parto, se consideran las siguientes características:
1) Frecuencia: se cuentan las contracciones que tiene la mujer cada 10 minutos. A medida que avanza el trabajo de parto son más frecuentes, siendo la frecuencia en el parto normal entre 3 y 5 contracciones en 10 minutos.

2) Ritmo: Durante el trabajo de parto los espacios o pausas entre cada contracción son de igual duración, y se van acortando a medida que las contracciones son más frecuentes porque avanza el trabajo de parto.

3) Intensidad: esta característica se percibe durante el control del trabajo de parto poniendo la mano en el abdomen de la madre, y se refleja por la dureza del útero.
4) Duración: durante la primera parte del período de dilatación las contracciones duran 30 a 35 segundos, después de que el cuello uterino llega a los 5 cm. de dilatación la duración es de 45 segundos, y ya durante el período expulsivo, cuando la dilatación es completa, las contracciones duran entre 60 a 75 segundos.
5) Dolor: es la característica más discutida de las contracciones, porque hay estudios que revelan que las contracciones no son doloras en sí mismas, sino que este síntoma estaría relacionado con las características psicológicas de la mujer, con las experiencias transmitidas por su madre. Sin embargo en la práctica se ven embarazadas que tienen dolor durante las contracciones, y esto se debe a la falta de oxígeno del tejido uterino, por la compresión que sufren los vasos del útero durante la contracción del músculo uterino. Cuando el tono uterino alcanza los 10 mm. de Hg. la mujer percibe el dolor al contraerse el útero.

Frecuencia cardíaca

Foco aortico
Paciente: Anonimo
Edad:49 años
Peso: 68 kg
talla: 150 cm
temp.:36.5°
Frecuencia de foco aortico por min.: 20 latidos por minuto

martes, 27 de septiembre de 2011

SEMIOLOGIA DEL TORAX


El examen físico del tórax se efectúa según la clásica secuencia INSPECCIÓN- PALPACIÓN- PERCUSIÓN- AUSCULTACIÓN. Nos basaremos en esta secuencia para describir los aspectos sobresalientes en la práctica clínica del examen torácico. Es imprescindible desvestir al individuo, por lo que se considera grave error efectuar cualquier maniobra con la ropa puesta, por la alta chance de obtener falsa información en tal condición.
INSPECCIÓN:
Inicialmente, la actitud espontánea del paciente puede brindar datos valiosos en cuanto al alivio o empeoramiento de sus síntomas. La ortopnea es la adopción de la posición de sentado (sedente) para el alivio de la disnea. Causas de ortopnea: la más común (y la primera a descartar) es la insuficiencia cardíaca izquierda. También el alivio de la compresión abdominal en las distensiones abdominales severas, y en algunas crisis respiratorias (asma, EPOC, etc.) en las que adoptar esa posición permite una mejor posición funcional para los músculos accesorios de la ventilación. Dicha maniobra puede complementarse inclusive apoyando los miembros superiores en la cama o las rodillas (posición de trípode) o abrazándose a un almohadón. Si el individuo es delgado y su flexibilidad lo permite (particularmente los niños) puede incluso entrecruzar las piernas inclinándose hacia delante (posición de plegaria mahometana). Los pacientes que padecen apnea obstructiva del sueño (provocada por el cierre de la vía aérea superior por las partes blandas de la faringe y la lengua cuando el individuo duerme) adoptan dicha posición para lograr permeabilizar parcialmente la vía aérea.El hallazgo inverso (es decir, la disnea en posición vertical que alivia al acostarse) se denomina Platipnea. Causas de platipnea: Shunts intracardíacos o intrapulmonares que disminuyen su magnitud en dicha posición. La trepopnea representa lo mismo cuando la posición preferencial es en un determinado decúbito lateral, empeorando al adoptar el opuesto. Causas de trepopnea: Derrame pleural masivo. Atelectasia pulmonar . Deformidades anatómicas severas. En todas ellas, el paciente obtiene mejor ventilación expandiendo más el pulmón sano al colocarlo en el plano superior. Otro dato a evaluar lo constituye el patrón ventilatorio del paciente. Respiración normal: En una inspiración normal, se expande el tórax por acción del diafragma. Puede ser a predominio costo-abdominal (que es lo más frecuente en hombres), costal (como ocurre en mujeres o pacientes con distensión abdominal) o abdominal (cuando el paciente inmoviliza el tórax por dolor). Al contraerse el diafragma durante la inspiración, el abdomen se expande hacia adelante (para notarlo mejor conviene colocar una mano sobre la región alta del abdomen). Como se sabe, un individuo sano en reposo utiliza el diafragma como principal músculo inspiratorio, siendo la exhalación un fenómeno pasivo. A medida que aumenta su requerimiento ventilatorio en situaciones críticas, dicha demanda requiere del uso de sus músculos accesorios, tanto inspiratorios (intercostales, trapecio, esternocleidomastoideo, pectorales) como espiratorios (pared abdominal, deltoides, intercostales, etc). Este trabajo muscular puede ser evidente ya a la inspección o requerir de la palpación para ser descubierta. Cuando su intensidad es marcada, representa un esfuerzo excesivo que puede conducir al agotamiento o fatiga muscular con riesgo de vida, constituyendo una verdadera urgencia médica. Esta situación se denomina genéricamente “dificultad respiratoria” y además de la disnea en reposo, se acompaña de aleteo nasal, y otros signos relacionados al ejercicio intenso como sudoración profusa y sensación de calor. No configura un diagnóstico específico de ninguna patología, ya que puede presentarse en un sinnúmero de enfermedades respiratorias o de cualquier índole, sino que su hallazgo apunta al enorme esfuerzo desarrollado por el paciente y el riesgo de paro respiratorio por agotamiento de persistir tal condición. Un signo característico de esfuerzo inspiratorio está dado por el aumento exagerado de la presión negativa inspiratoria, determinando la exageración de la depresión de las partes blandas en los huecos o espacios entre los huesos de la caja torácica. Dicho signo se denomina “tiraje” y puede aparecer localizado en el hueco supraclavicular, supraesternal o en los espacios intercostales. El punto de mayor gravedad determina su aparición en todos ellos simultáneamente (tiraje generalizado). Es más evidente en individuos delgados o desnutridos. Al aparecer la fatiga muscular, el diafragma y la pared abdominal ya no se contraen, y la ventilación depende del trabajo del resto de los músculos accesorios. El diafragma y la pared abdominal son arrastrados pasivamente con las variaciones de presión en ambos tiempos del ciclo respiratorio, invirtiéndose el sentido normal de su desplazamiento. Así, en la inspiración son succionados hacia el tórax, y en la espiración empujados hacia adelante, observándose en el individuo que la pared abdominal se mueve en sentido opuesto a la parrilla costal. Comparando entonces el movimiento simultáneo del tórax y el abdomen, ambos se desplazan en sentido inverso a semejanza de un balancín, situación denominada “respiración paradojal”, signo que precede al paro respiratorio por fatiga.
Existen otros tipos característicos de patrones ventilatorios, siendo los principales:
- Patrón de Cheyne-Stokes o respiración periódica: la frecuencia y el volumen respiratorio aumentan en forma progresiva hasta una franca taquipnea , para ir decreciendo posteriormente hasta llegar a un lapso de apnea de 20- 30 segundos, luego de lo cual el ciclo se reinicia nuevamente en forma continua. Este patrón
cíclico de apnea-taquipnea se observa en la insuficiencia cardíaca crónica, y en algunas lesiones del sistema nervioso central.
Respiración de Biot: Respiración que mantiene cierto ritmo, pero interrumpido por períodos de apnea. Cuando la alteración es más extrema, comprometiendo el ritmo y la amplitud, se llama respiración atáxica. Ambas formas se observan en lesiones graves del sistema nervioso central.
- Respiración de Küssmaul: La amplitud y la frecuencia ventilatoria se encuentran aumentadas con un ritmo regular y sostenido, con una espiración de tipo resoplante y prolongada. Se observa en las acidosis metabólicas como la cetoacidosis diabética o la insuficiencia renal.
- Gasping o respiración agónica: el esfuerzo inspiratorio es débil con escasa movilización de aire. Hay apertura bucal e hiperextensión de la cabeza en cada movimiento. Ocurre inmediatamente antes del paro respiratorio por cualquier causa o en los pacientes en agonía.
Cuando el observador detecta solamente un aumento de la ventilación sin poder caracterizarla específicamente, se denomina “hiperpnea” o más frecuentemente “hiperventilación”. La movilidad respiratoria abdominal es abolida cuando los músculos de su pared se contraen en una posición fija permanente, como ocurre en las peritonitis por perforación gástrica, en las que el intenso dolor por la irritación de la serosa peritoneal determina la inmovilización de la pared abdominal por contractura, caracterizada como “abdomen en tabla”.
A continuación, y siempre que fuera posible, la inspección del tórax debería realizarse con el paciente vertical, ya sea sentado o de pie, aun con la ayuda de un asistente.

CONFIGURACIÓN ANATÓMICA DEL TORAX
No hay una figura geométrica ni medidas exactas para definir un tórax normal, dadas las  variantes anatómicas de acuerdo con la constitución individual, la edad, el sexo, la actividad física, y otras múltiples variables que no representan enfermedad. El tórax conserva la simetría general en su configuración exterior y en su movilidad, si bien puede haber mínimas diferencias en el desarrollo individual de la caja y las mamas. El observador debe ubicarse frente al paciente para comparar ambos hemitórax y ubicar los principales puntos de reparo anatómicos: los relieves claviculares, escapulares, los arcos costales, esternón y xifoides, pezones, y los relieves de partes blandas. Las regiones torácicas se dividen según las líneas verticales y horizontales convencionales, a los efectos de localizar cualquier lesión en la historia clínica.
Las alteraciones anatómicas torácicas pueden ser congénitas o adquiridas. Mencionaremos las principales:
Tórax enfisematoso o en tonel: la caja se deforma por la hiperinsuflación permanente en el enfisema pulmonar, con aumento a predominio del diámetro anteroposterior desproporcionadamente.
Tórax cifoescoliótico: La exageración de la curvatura a concavidad anterior en la columna dorsal (cifosis) habitualmente se combina con la desviación lateral de la misma (escoliosis). Éstas pueden ser congénitas o adquirirse por lesiones óseas como las fracturas vertebrales, o bien como vicio postural. Cuasimodo, el jorobado de Notre Dame, es uno de los más conocidos portadores, es una deformidad frecuente en los ancianos. Pectus excavatum (o infundibuliforme) y pectus carinatum (o pecho de paloma):
constituyen la deformidad por hundimiento o protrusión, respectivamente, del esternón, respecto de la parrilla costal.

PALPACIÓN
La palpación del tórax, en lo referido al aparato respiratorio, consiste en aplicar el sentido del tacto del observador con el paciente en actitud pasiva, o activa cuando se le solicita alguna maniobra. Referiremos los principales hallazgos en este sentido.
- Enfisema subcutáneo: la crepitación del tejido celular subcutáneo ocurre por la presencia de gas en su interior. La fuente más frecuente de gas en dicho sitio es el aparato respiratorio, cuando existe un punto de rotura que permite la salida del aire a presión que diseca el tejido celular extendiéndose en un área proporcional al volumen de aire que se introduce en él. El punto anatómico de la rotura puede estar a
cualquier nivel de la vía aérea. Así, las roturas laríngeas o traqueales traumáticas, las fístulas bronquiales tuberculosas, la rotura de una bulla, o las heridas penetrantes en el tórax (incluidas las maniobras quirúrgicas) permiten el escape de aire que se dirige hacia las porciones superiores del tórax y pueden extenderse hacia el cuello y la cara provocando marcadas deformidades (o raramente compresión de estructuras) si la brecha continúa abierta. El operador debe palpar toda el área y delimitarla con tinta,
a fin de precisar su crecimiento o disminución.
La presencia de fracturas costales se detecta clínicamente palpando puntualmente cada uno de los arcos costales con provocación de dolor exquisito en el arco fracturado (“one finger pain”) Si hubiera desplazamiento franco, además es posible palpar el crujido costal y aun la presencia de un escalón óseo en el extremo fracturario. Estas maniobras deben ser suaves ya que la intensidad del dolor es máxima, como así también por el riesgo de perforar la pleura parietal o visceral. Asimismo, en ancianos osteoporóticos o en pacientes con lesiones óseas previas (metástasis, osteodistrofia renal, etc) se corre el riesgo de provocar fracturas con esta maniobra.

EXPANSIÓN
La exploración de la expansión torácica tiene por objeto detectar diferencias comparando ambos hemitórax , dado que en la inspiración el movimiento de los arcos costales amplía los diámetros anteroposterior y transversal en forma simétrica. El examinador se coloca en línea recta por detrás del paciente sentado, apoyando ambas manos plenamente abarcando los arcos costales y dirigiendo los pulgares hacia la línea media. En una inspiración profunda, el tórax de un adulto sano expande ambos hemitórax en un rango variable 5 a 10 cm.
La maniobra se puede repetir colocándose frente al paciente y colocando las manos en el reborde costal con idéntica técnica. Esta maniobra puede descubrir la falta de expansión suficiente en forma unilateral o bilateral. No detecta anomalías leves, de modo que si el operador es capaz de detectar la falta de expansión de uno o ambos hemitórax, es porque la lesión causal es de gran magnitud. No obstante, severas patologías pleuropulmonares no son detectadas por esta maniobra.

PERCUSIÓN
Al aplicar un golpe sobre cualquier objeto, el sonido resultante dependerá de la conformación del mismo. Los objetos macizos generan un ruido seco y apagado (por ejemplo una pared), mientras que los que contienen aire dan un sonido con cierta resonancia (p.ej. una caja vacía). La percusión del tórax se efectúa con la técnica universal digito-digital, excepto en la columna vertebral donde se percute con la técnica unimanual. Los sonidos obtenidos se caracterizan como: 
- Sonoridad: el ruido es grave y retumbante, como el golpe sobre el parche de un
tambor. Corresponde a la mayor parte del tórax, incluyendo el esternón y la columna
vertebral.
- Matidez: seco y apagado, de corta duración. Para conocerlo, el aprendiz puede
percutir el muslo o la masa del deltoides. Un punto intermedio entre sonoridad y
matidez es la submatidez.
- Timpanismo: sonido con cierto timbre musical y resonante. Corresponde a grandes
cavidades con aire.
En general, el cuerpo humano normal ofrece todas las variantes de los sonidos percutorios. El carácter patológico está determinado porque el hallazgo no corresponde al sitio explorado. Es decir, es normal la matidez en el muslo, pero es patológico encontrarla en el espacio de Traube. Ese hecho también pone de manifiesto que no hay excusas para desconocer los sonidos y la técnica de la percusión. La maniobra se puede practicar en cualquier parte y con cualquier asistente que cumpla el rol de paciente. La presencia de las escápulas impide percutir sobre dichas áreas. Una maniobra que permite la exploración parcial de la zona consiste en que el paciente cruce los brazos al máximo posible.
El área cardíaca es difícil de delimitar y dada la alta chance de errores, actualmente no se utiliza la percusión para evaluar las dimensiones del corazón habiendo sido superada por los estudios por imagen. Excepto dichas zonas, el resto del tórax es normalmente sonoro. Nuevamente, la maniobra se efectúa en forma simétrica para comparar ambos lados, desde el vértice hacia las bases sobre cada espacio intercostal , recorriendo tanto la cara anterior y posterior, como las regiones en la axila. La exploración percutoria permite además delimitar la excursión pulmonar en las bases, es decir, el área que es mate en la espiración profunda pero se torna sonora en la inspiración profunda. Normalmente mide de 4 a 6 cm verticalmente.
Causas de matidez:
Atelectasia – Condensación – Derrame pleural
Causas de hipersonoridad o timpanismo:
Neumotórax – Neumotórax a tensión – Enfisema – Relajación del parénquima pulmonar
por compresión.

AUSCULTACIÓN

Aplicando el estetoscopio se pueden escuchar los sonidos producidos por el paso del aire
y por la voz. El sonido del murmullo vesicular corresponde al movimiento de aire hacia el
parénquima pulmonar, y se percibe mejor en inspiración profunda a través de la boca. Su
hallazgo sugiere que el bronquio es permeable y el pulmón recibe ventilación en la región
correspondiente. Es decir entonces que su ausencia implica la falta de ventilación adecuada en dicha zona pulmonar. Aplicando el instrumento sobre la laringe, se percibe el sonido normal de la respiración glótica, audible en ambos tiempos de la respiración. Si este mismo sonido es percibido sobre el tórax, el hallazgo es patológico y constituye el soplo tubario o brónquico. Los demás ruidos patológicos se clasifican en diferentes formas de acuerdo con cada autor. Nos limitaremos a aquellos de principal interés en la práctica general, remitiendo al estudiante a las fuentes bibliográficas para ampliar el tema, como así también las teorías en cuanto a la génesis de cada uno.
Nuevamente, se insiste en la necesidad de comparar simétricamente ambos hemitórax para
destacar los hallazgos en uno y otro lado. Se destaca que para percibir los distintos fenómenos auscultatorios, la lesión originante debe tener cierto tamaño, y estar en contacto con la pared torácica. Si se interpusiera líquido (derrame pleural), aire (neumotórax) o una porción de tejido pulmonar sano, se reduce o desaparece la chance de detectarlo.
Soplo tubario: característico de las condensaciones pulmonares, que conducen con
facilidad el sonido de la respiración glótica hasta el tórax.
Soplo pleural: o soplo en E , cuando hay relajación pulmonar por compresión, típica del
límite superior de los derrames pleurales.
Soplo anfórico: es el paso de aire por una gran cavidad que es ventiladapor un bronquio
permeable. Se lo puede imitar soplando por el pico de una botella vacía.
Estertores o Rales secos: - Roncus ( similar al ronquido o ronroneo de un gato, en caso
de secreciones viscosas u obstrucción en grandes vías aéreas)
- Sibilancias (silbido agudo audible en caso de obstrucción de vías aéreas de menor calibre como en la crisis asmática o el EPOC).
Estertores o Rales húmedos : -Crepitantes: comparables a frotar un mechón de cabello
frente al oído, o a la apertura de una esponja húmeda. Corresponden a la apertura de alveolos colapsados o llenos de líquido, como en la neumonía y el edema pulmonar.
- Subcrepitantes: o de burbuja, por la movilización de secreciones por el paso de aire
en bronquios de pequeño tamaño.
Frote pleural: ruido de vaivén por el frotamiento de las pleuras despulidas en las pleuritis
de cualquier causa. Frotando con firmeza dos dedos secos entre sí frente al oído se percibe un ruido similar.
En el caso puntual de la obstrucción de vía aérea a nivel laríngeo o traqueal, el paso del
aire a través de un área reducida produce el sonido conocido como estridor, de tono agudo y rudo. Se lo puede imitar cerrando voluntariamente la glotis e inspirando enérgicamente.
Si la obstrucción es aún más severa, ocasionalmente el sonido semeja a una corneta (como las que el público hace sonar en la tribuna en eventos deportivos), denominado cornaje. La
intensidad del mismo puede hacerlo audible aun sin usar estetoscopio, aunque en casos leves suele ser necesario utilizarlo para detectarlo.

Auscultación de la voz: del mismo modo que al palparlas, las vibraciones pueden ser
auscultadas con el estetoscopio apoyado en el tórax. Normalmente sólo se percibe un sonido
vibrante, como el de una radio mal sintonizada, sin diferenciarse palabras articuladas.
El paciente pronunciará nuevamente “treinta y tres” o cualquier vocablo con varias sílabas.
Las anomalías corresponden al aumento o disminución en la calidad de audición.
Cuando se facilita la transmisión, el aumento de la percepción de la voz auscultada se clasifica en tres grados, que representan simplemente tres grados distintos de la misma alteración:
- Broncofonía : es la audición de la voz auscultada en forma intensa y por encima de lo
normal, sin distinguirse palabras claras.
- Pectoriloquia: cuando además de la acentuación de la intensidad, se puede distinguir
claramente cada palabra articulada, como si el paciente nos hablara por teléfono.
- Pectoriloquia áfona: representa el punto máximo de transmisión vocal, en el que la
calidad de la audición es tan marcada que el examinador puede percibir las palabras
dichas “en secreto” o “cuchicheadas” por el paciente, como si estuviera susurrando
al oído sin utilizar sus cuerdas vocales para hablar.
Por el contrario, la abolición de la voz auscultada tiene el mismo valor que su palpación, y
reconoce las mismas causas: derrame pleural, neumotórax y atelectasia.

Complejo de pie

Úlcera vasculares: Venosa
Úlcera venosa
Localización: 1/3 inferior; perimaleolar (maleolo interno)
Fondo fibrinoso, poco doloroso, poco necrótico, supurante, profunda, con edema circundante
Aparición progresiva
Tamaño variable
Bordes en inclinación suave, sin alcance aponeurótico
Periferia: dermatitis ocre, eccema, talangiectasias, lesiones epidérmicas de vecindad

Las características propias de las úlceras venosas en general son:
Pulsos presentes.
Tamaño variable, desde pequeñas a muy extensas, en ocasiones rodean por completo el miembro inferior
Pueden ser únicas o múltiples con una tendencia a unirse,, pueden ser bilaterales, son más llamativas en la pierna donde existen mayores dilataciones varicosas.
De forma generalmente redondeadas, ovaladas, aunque a veces pueden ser irregulares.
Los bordes son levantados, de color rojo violáceo y brillante en ocasiones.
Cuando se hacen crónicas los bordes se observan más pálidos y duros.
El fondo de la úlcera depende del estado en que se encuentre y de su cronicidad, generalmente es rojo por la congestión, aunque puede ser amarillento en caso de. Puede haber secreción purulenta como signo de infección secundaria. Cuando se favorece su curación muestra abundante tejido de granulación.
En cuanto al dolor, también es variable. Algunas son moderadamente dolorosas, otras son indoloras, pero también otras muy dolorosas cuando están infectadas.
La localización más frecuente es el área perimaleolar media, o también la región lateral interna de tercio inferior de la pierna (zona supramaleolar interna)
A continuación explicaremos varios apartados y en que se diferenciaría una ulcera venosa de una ulcera arterial:
El aspecto
U.venosa: Bordes delimitados excavados irregulares con fondo granulomatoso y suelen ser sangrantes. Base superficial, tienen una extensión moderada son de tejido rojizo y se aprecia un aspecto mamelonado.
U.arterial: Bordes planos bien definidos con un fondo atrófico y no suelen sangrar. Son de extensión reducida, de base profunda y pálida, tejido negruzco-grisáceo y se observa la ausencia de tejido sano.
Localización
U.venosa: Se suelen localizar en la región lateral interna, en el 1/3 inferior de la pierna. Área en “polaina”, son unilaterales, únicas y se dan en las región perimaleolar.
U.arterial: Las U.arteriales se localizan sobre prominencias óseas, área pretibial, en la cabeza de los metatarsianos, dedos, falanges, talón. Son bilaterales y pueden existir varias.
Etiología
U.venosa: Insuficiencia venosa primaria o secundaria.
U.arterial: Por arterioesclerosis, HTA, bueguer, tabaquismo y diabetes.
Pulsos distales
U.venosa: Conservados, normales.
U.arterial: Ausentes o débiles.
Clínica
U.venosa: Son moderadamente dolorosas y se alivian en decúbito. El dolor se palia al elevar el miembro.
U.arterial: Producen un dolor importante que aumenta con el decúbito. Es intenso y punzante disminuyendo con el miembro en posición declive.
Otros signos
U.venosa: Se puede observar edema en la pierna (hinchazón), piel enrojecida eccematosa, una dermatitis ocre, calor local, varicosidades, prurito (picor) y evidencia de úlceras curadas.
U.arterial: Piel delgada, seca y atrófica, brillante y blanquecina, un descenso de la temperatura, uñas engrosadas, palidez al elevar el miembro y ausencia de vello.
Incidencia
U.venosa: Suele producirse en mujeres mayores de 40 años.
U.arterial: Aparecen en varones mayores de 45 años y en mujeres de edad superior a 55 años





sábado, 24 de septiembre de 2011

Epilepsia

Epilepsia

Es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas (convulsiones) durante un tiempo. Las crisis epilépticas (convulsiones) son episodios de alteración de la actividad cerebral que producen cambios en la atención o el comportamiento.

Causas


La epilepsia ocurre cuando los cambios permanentes en el tejido cerebral provocan que el cerebro esté demasiado excitable o agitado. El cerebro envía señales anormales, lo cual ocasiona convulsiones repetitivas e impredecibles. (Una sola convulsión que no sucede de nuevo no es epilepsia).

La epilepsia puede deberse a un trastorno médico o a una lesión que afecte el cerebro o la causa puede ser desconocida (idiopática).

Las causas más comunes de epilepsia abarcan:

  • Accidente cerebrovascular o accidente isquémico transitorio (AIT).
  • Demencia, como el mal de Alzheimer.
  • Lesión cerebral traumática.
  • Infecciones (como absceso cerebral, meningitis, encefalitis, neurosífilis y SIDA).
  • Problemas cerebrales presentes al nacer (defectos cerebrales congénitos).
  • Lesión cerebral que ocurre cerca del momento del nacimiento.
  • Trastornos metabólicos con los cuales un niño puede nacer (como fenilcetonuria).
  • Tumor cerebral.
  • Vasos sanguíneos anormales en el cerebro.
  • Otra enfermedad que dañe o destruya el tejido cerebral.

Las crisis epilépticas por lo regular empiezan entre las edades de 5 y 20, pero pueden suceder a cualquier edad. Puede haber un antecedente familiar de convulsiones o epilepsia.

Síntomas


Los síntomas varían de una persona a otra. Algunas personas pueden tener simples episodios de ausencias, mientras otras tienen pérdida del conocimiento y temblores violentos. El tipo de convulsión o crisis epiléptica depende de la parte del cerebro afectada y la causa de la epilepsia.

La mayoría de las veces, la convulsión es similar a la anterior. Algunas personas con epilepsia tienen una sensación extraña (como hormigueo, sentir un olor que realmente no existe o cambios emocionales) antes de cada convulsión. Esto se denomina aura.

Para obtener una descripción detallada de los síntomas asociados con un tipo específico de crisis epiléptica (convulsión) ver los artículos:

  • Ausencias típicas
  • Convulsiones tonicoclónicas generalizadas
  • Convulsiones parciales simples (focales)

Pruebas y exámenes


El médico llevará a cabo un examen físico, el cual comprende una evaluación detallada del cerebro y del sistema nervioso.

Se hará un una electroencefalografía (EEG) para verificar la actividad eléctrica en el cerebro. Las personas con epilepsia tendrán con frecuencia actividad eléctrica anormal que se observa en este examen. En algunos casos, el examen puede mostrar el lugar en el cerebro donde empiezan las convulsiones. El cerebro puede aparecer normal después de una convulsión o entre convulsiones.

Para diagnosticar la epilepsia o planear la cirugía para la epilepsia:

  • Usted posiblemente necesite el uso un aparato de registro electroencefalográfico durante días o semanas mientras se ocupa de su vida cotidiana.
  • Usted posiblemente necesite permanecer en un hospital especial donde le puedan vigilar la actividad del cerebro en cámaras de video. Esto se denomina EEG en video.

Los exámenes que se pueden hacer abarcan:

  • Química sanguínea
  • Glucemia
  • CSC (conteo sanguíneo completo)
  • Pruebas de la función renal
  • Pruebas de la función hepática
  • Punción lumbar (punción raquídea)

Con frecuencia, se hace una tomografía computarizada o resonancia magnética de la cabeza para encontrar la causa y localización del problema en el cerebro.

Tratamiento


El tratamiento para la epilepsia puede involucrar cirugía o medicación.

Si las crisis epilépticas se deben a un tumor, vasos sanguíneos anormales o sangrado en el cerebro, la cirugía para tratar estos trastornos puede detener dichas crisis.

Los medicamentos para prevenir las convulsiones, llamados anticonvulsivos, pueden reducir el número de crisis futuras.

  • Estos fármacos se toman por vía oral. El tipo de medicamento que se recete depende del tipo de convulsión que usted tenga.
  • Es posible que sea necesario cambiar la dosis de vez en cuando. Usted puede necesitar exámenes de sangre para ver si hay efectos secundarios.
  • Siempre tome el medicamento a tiempo y como se lo recetaron. Pasar por alto una dosis puede provocar que se presente una convulsión. Nunca deje de tomar ni cambie medicamentos sin hablar primero con el médico.
  • Muchos medicamentos para la epilepsia causan anomalías congénitas. Las mujeres que deseen quedar en embarazo deben comentarle al médico con anticipación con el fin de hacer ajustes en los medicamentos.

La epilepsia que no mejora después de haber ensayado dos o tres fármacos anticonvulsivos se denomina "epilepsia resistente al tratamiento".

  • La cirugía para extirpar las células cerebrales anormales que causan las convulsiones puede ser útil para algunos pacientes.
  • Se puede recomendar la cirugía para colocar un estimulador del nervio vago (ENV). Este dispositivo es similar a un marcapasos cardíaco y puede ayudar a reducir el número de convulsiones.

Algunas veces, a los niños se los somete a una dieta especial para ayudar a prevenir convulsiones. La más popular es la cetógena. Una dieta baja en carbohidratos, como la de Atkins, también puede servir para algunos adultos.

Los cambios en los tratamientos médicos o en el estilo de vida pueden aumentar el riesgo de una convulsión en una persona con epilepsia. Hable con su médico acerca de:

  • Los nuevos medicamentos, vitaminas o suplementos recetados
  • El estrés emocional
  • Enfermedad, sobre todo infección
  • Falta de sueño
  • Embarazo
  • Saltarse dosis de medicamentos para la epilepsia
  • Consumo de alcohol u otras drogas psicoactivas

Otras consideraciones:

  • Las personas con epilepsia deben llevar joyas con alerta médica de manera que se pueda conseguir tratamiento médico oportuno si se presenta una convulsión.
  • Las personas con epilepsia controlada de manera deficiente no deben manejar. Cada estado tiene una ley diferente respecto a cuáles personas con antecedentes de convulsiones se les permite manejar.
  • También evite la maquinaria o las actividades donde la pérdida de la conciencia causaría un gran peligro, como subir a lugares altos, montar en bicicleta y nadar solo.

Grupos de apoyo


El estrés causado por el hecho de tener epilepsia (o ser responsable de alguien con epilepsia) a menudo se puede aliviar mediante la vinculación a un grupo de apoyo. En estos grupos, los miembros comparten experiencias y problemas en común.

Pronóstico


Es probable que algunas personas con epilepsia puedan reducir o incluso suspender sus medicamentos anticonvulsivos después de no tener ninguna convulsión durante varios años. Ciertos tipos de epilepsia en la niñez desaparecen o mejoran con la edad, por lo regular a finales de la adolescencia o hacia los 20 años.

Para muchas personas, la epilepsia es una afección de por vida. En estos casos, es necesario continuar con los fármacos anticonvulsivos. Hay un riesgo muy bajo de muerte súbita con la epilepsia. Sin embargo, se puede presentar lesión grave si se presenta una convulsión al conducir o al operar maquinaria.

Posibles complicaciones


  • Problemas de aprendizaje.
  • Inhalación de alimento o saliva hacia los pulmones durante una convulsión, lo cual puede provocar neumonía por aspiración.
  • Lesiones a raíz de caídas, golpes, mordidas autoinfligidas, conducir u operar maquinaria durante una convulsión.
  • Lesión cerebral permanente (accidente cerebrovascular u otro daño).
  • Efectos secundarios de medicamentos



    jueves, 22 de septiembre de 2011

    Examen físico del aparato digestivo

    INTERROGATORIO POR APARATOS Y SISTEMAS

    En el interrogatorio por aparatos y sistemas debemos tener en cuenta la sistematización y el orden en que vamos a interrogar cada uno de los aparatos. El orden indicado es:

    APARATO DIGESTIVO



    Ø            Halitosis     Ø            Glosodinia Ø            Hambre      Ø            Apetito Ø            Anorexia    Ø            Hiperorexia Ø            Polifagia     Ø        Parorexia
    Ø            Bulimia       Ø            Sed             Ø            Polidipsia    Ø            Nausea
    Ø            Vomito       Ø            Regurgitación Ø            Hematemesis  Ø            Disfagia
    Ø            Pirosis        Ø            Hipo             Ø            Aerofagia   Ø            Flatulencia
    Ø            Meteorismo Ø            Borborigmos Ø            Cólico        Ø            Melena
    Ø            Hematoquizia Ø            Acolia      Ø            Pujo          Ø            Tenesmo
    Ø            Diarrea      Ø            Esteatorrea    Ø            Constipación Ø            Escibalos
    Ø            Prurito anal

    Examen físico del aparato digestivo



    El Examen físico del Aparato Digestivo comienza con el examen físico general de los siguientes aspectos:
    • Actitud y Decúbito
    • Constitución
    • Peso y Talla
    • Facies
    • Extremidades
    • Color de la Piel
    Y continúa con el Examen Físico Regional del Abdomen, debiéndose particularizar en la exploración de :
    Boca :
    Semiotecnia:
    La iluminación de la cavidad bucal, se realiza con luz natural; se coloca al examinado delante de una ventana, de modo tal que reciba por el frente la luz; el médico se sitúa de espaldas a la misma. Se invita al sujeto a abrir ampliamente la boca, introduciendo el depresor de lengua si es necesario. Al deprimir la lengua, se observa mejor la faringe, el istmo de las fauces y la base de la lengua.
    Se puede usar también la iluminación artificial, que consiste en el uso de espejos frontales, que reflejan sobre la región a examinar, la luz de una bombilla de pared, o también mediante el empleo del propio espejo iluminador o de una linterna de bolsillo.
    El método de examen debe ser ordenado. En primer lugar se examina la boca cerrada para observar posibles alteraciones de los labios, comisuras, etc.; después la mucosa yugal o mucosa de la boca, a nivel de las encías, de los carrillos y del velo del paladar; se observarán las alteraciones del color y las lesiones que puedan asentar a ese nivel. A continuación se examina la lengua en sus distintas partes, y con ella dentro y fuera de la boca; primero la cara superior o dorsal, detallando la región de la base y forzando la lengua por la punta hacia fuera si es necesario; después se ven los bordes y la cara inferior y se invita al sujeto a examinar a realizar los movimientos correspondientes de la lengua hacia un lado y otro, así como que toque con la punta de la lengua el cielo de la boca. Se examinan los dientes, previo conocimiento del factor edad, contando el número, forma, espacios interdentarios, posible presencia de lesiones, color del esmalte, etc. Después se examinan las encías, el paladar blando y el paladar duro.
    Por estar anexas a la boca, y por lo tanto, tener gran importancia en la semiotecnia digestiva, se debe practicar el examen de las glándulas salivales (tanto de las parótidas como de las submaxilares y sublinguales) y de sus conductos excretores con sus correspondientes orificios terminales. A los efectos de su exploración, lo haremos practicando la inspección y la palpación monomanual y bimanual, desde la glándula hasta sus orificios terminales.
    La inspección externa se realiza en las regiones parotídeas, debajo de las orejas y detrás de la rama vertical del maxilar, así como también debajo de la rama horizontal del propio maxilar y finalmente en la región mentoniana (debajo de la barbilla), para descubrir posibles deformaciones de dichas regiones, las que pueden corresponder respectivamente a procesos de las parótidas, las submaxilares y las sublinguales. La palpación externa completa el examen físico e informa acerca de la consistencia, presencia de dolor u otra alteración .
    La inspección y palpación interna que se hace dentro de la boca, protegidos los dedos con dedillos o guantes, enseñará las posibles alteraciones, no sólo de las glándulas, sino de los conductos excretores. Buscaremos los conductos de Stenon (de las parótidas) en el maxilar superior a nivel del segundo molar; en el suelo de la boca, debajo de la lengua, examinaremos las carúnculas, situadas a los lados del frenillo, correspondientes a los orificios del conducto de Wharton (de las submaxilares), y de Rivinus (de las sublinguales), además palparemos las propias glándulas sublinguales.
    El examen de la boca incluye la faringe bucal (orofaringe), las amígdalas palatinas, los pilares, la úvula, así como el anillo de Waldeyer.
    El examen por palpación o tacto digital permite apreciar mejor la consistencia, la forma, el volumen y la sensibilidad de las supuestas lesiones.
    Hígado :
    Palpación :
    En la palpación de este órgano utilizamos distintas maniobras :
    • Palpación simple o monomanual.
    • Palpación bimanual de Chauffard o del peloteo.
    • Palpación bimanual de Gilbert.
    • Palpación bimanual de Mathieu.
    • Palpación de Devoto.
    • Palpación de Glenard.
    Palpación Simple o Monomanual :
    Con ella se obtiene una impresión de conjunto del hígado y de la vesícula biliar, se hace con la mano derecha del médico (situado a la derecha del examinado), debajo del reborde costal. La mano se coloca de plano al reborde, y se invita al sujeto a inspirar profundamente. Pueden utilizarse los dedos para delimitar el borde inferior, así como también para la maniobra del témpano en los casos de ascitis. Con esta palpación se tiene la impresión del tamaño, la superficie y la consistencia del órgano.
    Punto Cístico : Punto medio del reborde costal derecho, inmediatamente por debajo.
    Palpación Bimanual de Chauffard o del peloteo :
    Consiste en el manejo de ambas manos, la izquierda por detrás, sobre la región lumbar derecha, y la mano derecha por delante, obteniéndose una impresión de peloteo del hígado, a través del riñón. Sin dudas, permite obtener también una impresión del borde y de la superficie, así como de la consistencia del órgano.
    Palpación Bimanual de Gilbert :
    En su primer tiempo, se utiliza para explorar el borde antero-inferior del hígado. Consiste en la captación de dicho borde, rastreando el hemiabdomen derecho con ambas manos de abajo a arriba y viceversa; la mano derecha se coloca en ángulo recto con la izquierda, tocándose ambas por sus extremos libres (dedos). El segundo tiempo se utiliza para explorar el borde posterior y es de uso excepcional.
    Palpación Bimanual de Mathieu :
    Se procede como si el médico se fuese a palpar su propio hígado; las dos manos en contacto por sus índices, se colocan a la derecha del ombligo sobre la pared abdominal y se rastrea de abajo a arriba, hasta alcanzar el borde inferior del hígado como si se tratase de pasar por debajo del mismo. Se realiza también la modalidad respiratoria, dejando fijas las manos a nivel del hígado y se espera a que el órgano entre en contacto con los dedos durante la inspiración.
    Palpación de Devoto :
    Igual que la anterior, pero con el individuo de pie; con la finalidad de proporcionar el descenso del órgano y hacer el método más sensible.
    Palpación de Glenard :
    Consiste en colocar la mano izquierda, abrazando la región lumbar con los cuatro dedos por detrás y el pulgar por delante, el cual cae debajo del reborde costal. La mano derecha sobre la pared anterior, permite la exploración del borde inferior.
    Percusión :
    La percusión del abdomen, en general, tiene mucha menos importancia que la palpación. Se realiza con el sujeto en decúbito supino y por excepción en otras posiciones. Con la percusión se trata de identificar los diferentes sonidos abdominales, los cuales dependen de la naturaleza más o menos sólida de las vísceras intrabdominales. La técnica seguida es la de Gerhardt o dígito-digital, delimitándose dos zonas : Superior e Inferior.
    Se percute en el plano anterior o en el lateral. Mediante la percusión se identifica una zona superior de matidez relativa, la cual corresponde a la porción hepática, cubierta por la parrilla costal, la que se relaciona por arriba con el fondo del saco pleuropulmonar, y una zona de matidez absoluta que corresponde a la porción inferior del hígado en contacto con la pared abdominal, particularmente al descender en la inspiración. Hasta las costillas IV ó V, se obtiene la sonoridad pulmonar, y a partir de ese nivel se escucha primero matidez relativa y después matidez absoluta.
    Normalmente no se obtienen datos de las vías biliares ni del páncreas.
    Intestino Delgado y Grueso :
    Se exploran en abdomen.
    Ano y Recto :
    Se limitará a la inspección de la región anal y al tacto rectal.
    Pueden utilizarse distintas posiciones :
    • La ginecológica .
    • De pie (usada por los urólogos a veces para la exploración de la próstata).
    • Apoyado el sujeto sobre una mesa alta y encorvado hacia delante.
    • En decúbito lateral izquierdo (posición de Sims)
    Esta última es la de más empleo en la exploración digestiva, y consiste en la flexión del miembro inferior derecho (que queda arriba) y la extensión del miembro inferior izquierdo (que queda abajo). Se separan las nalgas del sujeto a examinar, y con buena iluminación se realiza la inspección de las regiones anal y perianal. A continuación se hace el tacto rectal, con el índice de la mano derecha cubierto por un dedil de goma impregnado en vaselina simple o si es necesario cualquier grasa analgésica.
    A la inspección se identifica la región perianal, el periné, así como el propio ano, que se presenta como una hendidura antero-posterior, en cuyo alrededor la piel, muy pigmentada, se dispone en forma de pliegues, los cuales aumentan en número y profundidad paralelamente al tono del esfínter y deben ser separados cuidadosamente para apreciar bien los surcos entre ellos.